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Bradicardia: cuándo es normal y cuándo es un problema de salud
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PELIGROS DE UN TICTAC LENTO

Bradicardia: cuándo es normal y cuándo es un problema de salud

Un corazón sano late entre 60 y 100 veces por minuto. Por encima, es una taquicardia; por debajo, bradicardia. La cuestión es si salirnos de esta horquilla es peligroso para la salud

Foto: Tener una frecuencia cardiaca por debajo de 60 latidos por minuto en reposo es bradicardia. (iStock)
Tener una frecuencia cardiaca por debajo de 60 latidos por minuto en reposo es bradicardia. (iStock)

Un corazón lento no tiene por qué ser un corazón enfermo ni débil, ni tiene por qué esconder ninguna patología. Esa es la idea principal que al doctor Manuel Anguita, de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), le gustaría destacar. Y es que, si bien es cierto que existen ciertos tipos de bradicardias en las que sí es necesario un tratamiento, también lo es que "en la mayoría de los casos, no es así", apostilla el experto.

Las ventajas de un ritmo relajado

En general, se entiende que una persona tiene bradicardia cuando su frecuencia cardiaca está por debajo de 60 latidos por minuto en reposo. Ahora bien, "es importante aclarar que tener bradicardia no es sinónimo de padecer una patología cardiaca. De hecho, en la mayoría de los casos no es nada malo, ni reviste ninguna importancia", remarca el doctor. Por ejemplo, "por la noche, mientras dormimos -continúa-, la frecuencia cardiaca puede bajar incluso a 35 o 40 latidos por minuto, siendo absolutamente normal y sin ninguna trascendencia".

Cuando dormimos, la frecuencia cardiaca puede bajar a 35 o 40 latidos por minuto

Por otro lado, los deportistas profesionales o personas que practican ejercicio de manera habitual, así como las personas mayores, entre los 70 y 80 años, también suelen registrar un ritmo más lento, sin que ello signifique un problema de salud.

En el caso los deportistas, esa ralentización "es una consecuencia fisiológica del entrenamiento. Hay que tener en cuenta que el deporte continuado lo que hace es potenciar la eficacia muscular. Dado que el corazón es un músculo, al aumentar el rendimiento del corazón, lo que ocurre es que se necesitan menos latidos para conseguir bombear la misma cantidad de sangre a todo el organismo".

placeholder Las personas que hacen deporte con regularidad suelen tener una frecuencia cardiaca baja. (iStock)
Las personas que hacen deporte con regularidad suelen tener una frecuencia cardiaca baja. (iStock)

Este tipo de bradicardia benigna y asintomática tiene como efecto que "aumenta la reserva del corazón para aumentar su frecuencia cuando se le somete a un ejercicio más intenso y necesita trabajar más. Y es que el mecanismo más rápido del corazón, tanto si está sano como si está enfermo, es aumentar la frecuencia cardiaca porque así la compensación es inmediata".

El corazón se detiene unos segundos

El doctor distingue tres tipos de bradicardia. "En primer lugar, la bradicardia sinusal, que es cuando el ritmo del corazón es rítmico. Normalmente, este tipo, salvo que sea una bradicardia muy marcada (35 o 40 latidos por minuto) y no estemos hablando de un deportista como ciclistas o corredores de maratón, no requiere ningún tratamiento. Ahora bien, fuera de esas situaciones, las personas que registran menos de 35 pulsaciones sí necesitan un tratamiento y un seguimiento".

Foto: Foto: iStock.

Por otro lado, "hay otras dos clases de bradicardia que sí son anormales y patológicas, en las que desaparece el ritmo normal del corazón y aparecen arritmias. Es lo que llamamos bradiarritmias", apunta el experto, quien indica que "dentro de este tipo, hay unas que producen bloqueos auriculoventriculares, en los que hay que distinguir de primer, segundo y tercer grado. Esta graduación va desde una bajada en la frecuencia cardiaca de menos de 40 latidos hasta el bloqueo total, en el que el corazón se detiene durante unos segundos". Y añade: "Este tipo de bradiarritmias sí producen síntomas, normalmente síncopes o fallos cardiacos".

El segundo tipo de bradiarritmias es la fibrilación auricular. Esta "es una arritmia que se da con frecuencia, sobre todo, en personas de edad que no tienen una enfermedad cardiaca, o bien en individuos que sí tienen alguna patología del corazón. Suele describirse como rápida, es decir una taquiarritmia, y necesita tratamiento".

Su origen suele ser un problema cardiaco

En la mayorías de las ocasiones, la causa de las bradicardias, sobre todo las patológicas, "está en enfermedades del corazón, problemas relacionados con las válvulas, el propio músculo cardiaco, un infarto de miocardio, falta de riego...". Por otro lado, muy pocas veces se deben a la genética. "Es cierto que hay alteraciones genéticas que pueden producir arritmias, pero normalmente generan taquicardias. Es muy raro que produzcan bradicardia".

El hipotiroidismo puede ser una de las causas de bradicardia

Además, "hay enfermedades extracardiacas que pueden ser causa de bradicardia, como por ejemplo el hipotiroidismo. Cuando la glándula tiroides funciona poco, una de sus manifestaciones a nivel cardiaco es la disminución de la frecuencia cardiaca", aclara el experto.

Por último, existe otro camino más. Se trata de la ingesta de ciertos fármacos que pueden producir bradiarritmias y bloqueos. "Sobre todo, algunos antidepresivos y otros destinados al control de la hipertensión arterial", apostilla.

El síntoma más común es un síncope

En el caso de las bradicardias fisiológicas, aquellas que no son peligrosas, no suelen ir acompañadas de ningún síntoma, mientras que las bradiarritmias o bradicardias patológicas pueden dar la cara con "un mareo intenso o pérdida de conocimiento (síncope)", señala Anguita. Y agrega: "De hecho, la mayoría de los bloqueos se diagnostican porque la primera manifestación que tienen es un síncope. Esto ocurre porque el bloqueo en el nodo auriculoventricular hace que llegue menos sangre al cerebro y produce, o bien un mareo intenso (sin pérdida de conocimiento), o bien un síncope (con pérdida de conocimiento). Si el bloqueo es transitorio, la persona recupera el conocimiento, y no hay más problema. El peligro es que, a veces, en esa pausa en la que el corazón no late se puede producir una muerte súbita".

placeholder El síntoma más frecuente en las bradicardias patológicas es un síncope. (iStock)
El síntoma más frecuente en las bradicardias patológicas es un síncope. (iStock)

Este tipo de síntomas (el mareo intenso o el síncope) está asociado a una bradicardia brusca. Ahora bien, en el caso de que la bradicardia sea progresiva (fibración auricular lenta), "el bloqueo no es repentino y el organismo, y en concreto, el cerebro, se va adaptando a trabajar con menos sangre y con menos oxígeno. En estos casos, no hay pérdida de conocimiento, pero sí puede ser el origen de una insuficiencia cardiaca. Los síntomas de esta patología son falta de fuerza, cansancio, astenia...".

En el peor de los casos, un marcapasos acabaría con el problema

En general, en las bradicardias fisiológicas no es necesario ningún tratamiento, puesto que no estamos ante un problema de salud que tenga que ser resuelto. Y, en el caso de las patológicas, depende del origen. Por ejemplo, "si son producidas por un trastorno electrolítico o por un fármaco (suelen ser los betabloqueantes y algunos antagonistas del calcio), lo habitual es que se retire el medicamento y se cambie por otro. Si al hacerlo la frecuencia cardiaca sube, no hace falta hacer nada más".

Foto: Foto: iStock.

Cuando son bloqueos completos o fibrilaciones auriculares bloqueadas que han producido síncopes y que no se deben a ningún añadido, "ahí la solución es implantar un marcapasos. Este hará que el corazón lata con la frecuencia que le programemos y resuelve el problema", asevera el experto.

Un corazón lento no tiene por qué ser un corazón enfermo ni débil, ni tiene por qué esconder ninguna patología. Esa es la idea principal que al doctor Manuel Anguita, de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), le gustaría destacar. Y es que, si bien es cierto que existen ciertos tipos de bradicardias en las que sí es necesario un tratamiento, también lo es que "en la mayoría de los casos, no es así", apostilla el experto.

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