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Vivir cerca del tráfico puede provocar demencia
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CONTAMINACIÓN

Vivir cerca del tráfico puede provocar demencia

Hace casi una década que las investigaciones apuntan a que la contaminación del aire por el tráfico intenso podría aumentar el riesgo de demencia. Hoy sabemos por qué

Foto: Los expertos creen que la contaminación del aire motivada por el tráfico intenso podría aumentar el riesgo. (Pexels)
Los expertos creen que la contaminación del aire motivada por el tráfico intenso podría aumentar el riesgo. (Pexels)

Las ciudades tienen mucho atractivo. Al menos, así lo atestiguan los millones de personas que deciden vivir en el centro urbano o en la ciudad adornada por las necesarias carreteras por las que transitan centenares de vehículos cada día. Pero vivir cerca de carreteras con mucho volumen de tráfico se correlaciona con una mayor incidencia de demencia y cambios en la estructura cerebral, principalmente debido a la contaminación del aire provocada por el tráfico. Esta es la principal conclusión de una investigación realizada en China y Reino Unido, y publicada recientemente en la revista Health Data Science.

El estudio, una colaboración dirigida por destacados científicos internacionales, destaca la importancia de la contaminación del aire asociada al tráfico de vehículos como un factor clave en las mayores tasas de demencia y sus consiguientes cambios en la estructura del cerebro.

"Nuestros hallazgos establecen un vínculo constante entre vivir cerca de un tráfico intenso y un riesgo elevado de demencia"

Gran conjunto de datos

"Investigaciones anteriores han insinuado los riesgos neurológicos asociados con vivir cerca de las carreteras principales, pero los mecanismos subyacentes siguen sin estar claros", explica Fanfan Zheng, autora principal del estudio y profesora de la Escuela de Enfermería de la Facultad de Medicina de la Unión de Pekín de la Academia China de Ciencias Médicas. "Nuestro estudio profundiza en la relación entre la proximidad residencial a las carreteras principales y el riesgo de demencia, centrándose en el papel de los contaminantes relacionados con el tráfico", define.

Para llevar a cabo el estudio, los científicos analizaron los datos de 460.901 participantes durante un promedio de seguimiento de 12,8 años. El Biobanco de Reino Unido identificó y verificó casos de demencia, aportando información más confiable que los diagnósticos reportados por los propios pacientes. Pero la investigación no se quedó ahí, sino que profundizó en los casos clasificándolos según el tipo de demencia. Además, en un innovador aporte extra al conjunto de datos del estudio, se llevaron a cabo exploraciones por resonancia magnética que revelaron cambios en las estructuras cerebrales relacionadas con la enfermedad de Alzheimer incluso antes de que aparecieran los síntomas. Este enfoque proactivo, que considera las predisposiciones genéticas y otras influencias de la demencia, fortalece las conclusiones de los expertos.

placeholder Cambios sutiles pero detectables en el cerebro (Health Data Science).
Cambios sutiles pero detectables en el cerebro (Health Data Science).

El tráfico provoca cambios silenciosos en el cerebro

A medida que aumenta el número de vehículos en las carreteras, también aumenta el nivel de contaminantes, como el dióxido de nitrógeno (NO2), las partículas en suspensión (PM) y los compuestos orgánicos volátiles (COV), que se liberan al aire. Estos contaminantes son fuentes potentes de contaminación del aire exterior, particularmente en áreas urbanas densamente pobladas.

En contraste con ciertos estudios anteriores, este trabajo encontró vínculos insignificantes entre la exposición prolongada al ruido del tráfico y la demencia, pero sí fue destacable lo relativo a la contaminación del aire, poniendo sobre aviso la importancia de contrarrestar esta como medida preventiva para la salud general de la población.

Foto: Hasta ahora, este tipo de procedimiento requería cirugía cerebral. (Pexels)

"Nuestra evidencia apunta a una conexión persistente entre la residencia con mucho tráfico y un mayor riesgo de demencia, señalando los contaminantes relacionados con el tráfico, específicamente el dióxido de nitrógeno y las PM2,5", aclara Wuxiang Xie, del Instituto de Investigación Clínica de la Universidad de Pekín y coautor del trabajo. "Esto sugiere que mitigar la contaminación del aire podría ser una estrategia viable para reducir el riesgo de demencia asociado con la exposición al tráfico".

Objetivo final

Para los expertos, los gobiernos podrían implementar estándares de emisiones más estrictos para los vehículos, promover el uso de vehículos eléctricos e invertir en transporte público sostenible para reducir la exposición a contaminantes en el aire causados por el tráfico, así como también aumentar los espacios verdes y planificar áreas residenciales lejos de las zonas en las que haya gran densidad de tráfico.

"Los estudios futuros deberían centrarse en validar el impacto de la reducción de la contaminación relacionada con el tráfico en los biomarcadores y la incidencia de la demencia", afirmó Chenglong Li, primer autor del estudio.

Las ciudades tienen mucho atractivo. Al menos, así lo atestiguan los millones de personas que deciden vivir en el centro urbano o en la ciudad adornada por las necesarias carreteras por las que transitan centenares de vehículos cada día. Pero vivir cerca de carreteras con mucho volumen de tráfico se correlaciona con una mayor incidencia de demencia y cambios en la estructura cerebral, principalmente debido a la contaminación del aire provocada por el tráfico. Esta es la principal conclusión de una investigación realizada en China y Reino Unido, y publicada recientemente en la revista Health Data Science.

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