La ciencia confirma que existe el síndrome de 'abstinencia' a los antidepresivos

El consumo de antidepresivos en el mundo va en aumento desde hace años, aunque en algunos países el incremento es especialmente notable. No hace falta ir muy lejos, porque esto lo tenemos en casa: en España, ha crecido un 249% desde el año 2000, según los datos que ofrece la OCDE, y actualmente, 98 personas de cada mil los toman a diario. Entre los países de la OCDE, ocupamos el quinto puesto en la clasificación del consumo de antidepresivos, una lista que encabeza Islandia (157 dosis), seguido de Portugal (150), Canadá (134) y Suecia (114,5).

Mucho ha tenido que ver la pandemia de covid-19 en el incremento de consumo de antidepresivos, ya que ha disparado los problemas de salud mental un 25% ,sobre todo ansiedad y depresión.

TE PUEDE INTERESAR

Canarias, dopada: se dispara el consumo de ansiolíticos y antidepresivos

Fátima M. Del Toro. Las Palmas de Gran Canaria

Los médicos insisten mucho en seguir cuidadosamente las pautas del tratamiento y no lanzarse a dejar de tomarlo al notar una mejoría de los síntomas, ya que es una práctica habitual y no exenta de riesgos. Aunque es conocido ese síndrome de abstinencia, hay profesionales que no lo reconocen como tal, pero ahora, un nuevo estudio, lo confirma.

Estudio fiable

La revista The Lancet Psychiatry ha publicado el primer metaanálisis sobre la incidencia de los síntomas de interrupción de tratamientos con antidepresivos que incluye datos de más de 20.000 pacientes recopilados de 79 ensayos controlados. El estudio buscó distinguir entre los síntomas causados directamente por la interrupción de la medicación y otros síntomas 'no específicos' que pueden estar asociados con las expectativas de los pacientes o los profesionales (el efecto nocebo).

El trabajo concluye que uno de cada seis a siete pacientes experimentará uno o más síntomas causados directamente por dejar la medicación, y los síntomas serán graves en uno de 35 pacientes.

Los profesionales de la salud valoran la calidad del estudio y, en consecuencia, la solidez de los resultados. En declaraciones a la agencia SMC, Alberto Ortiz Lobo, psiquiatra del Hospital La Paz (Madrid), advierte de que “el extraordinario incremento en la prescripción de antidepresivos nos tiene que poner en alerta sobre cómo estamos transformando el malestar humano y cotidiano en una condición médica que tratamos con psicofármacos, un tratamiento que provoca efectos adversos durante su consumo, pero también en la retirada, un problema al que apenas se ha dado visibilidad hasta hace unos años”.

"Es llamativo que se hable de síntomas de discontinuación (eufemismo empleado habitualmente por las compañías farmacéuticas que los comercializan) y no como síndrome de abstinencia, que es el término habitual"

Para Ortiz Lobo, los cálculos de los autores basados en el metaanálisis, apuntan a cifras más bajas de ‘síndrome de abstinencia’ que otros estudios previos (que lo cifran en el 50% de los pacientes). Considera “llamativo” que en el artículo “se aluda a este fenómeno como síntomas de discontinuación (eufemismo empleado habitualmente por las compañías farmacéuticas que los comercializan) y no como “síndrome de abstinencia”, que es el término habitual para designar la respuesta física y psíquica tras la reducción o suspensión de sustancias que actúan en el sistema nervioso central, como es el caso de los antidepresivos”.

Altavoz de las redes sociales

Por su parte, Diego Hidalgo, psiquiatra e investigador en la Unidad de Trastornos Bipolares y Depresivos del Hospital Clínic de Barcelona, señala que el síndrome de discontinuación a los antidepresivos “siempre ha generado discusión entre lo teórico y lo que se ve en el día a día de la práctica clínica”, y va desde los especialistas que niegan su existencia hasta “los que extreman medidas para mitigarlos debido a su altísima frecuencia”.

"Ahora, son los propios pacientes, utilizando el altavoz de las redes sociales, los que abordan el síndrome con visiones diversas, lo que ha aportado valor a la discusión y la necesidad de su mayor estudio”

Pero ahora, han sido los propios pacientes, utilizando el altavoz de las redes sociales, “los que lo abordan con visiones diversas, lo que ha aportado valor a la discusión y la necesidad de su mayor estudio”.

En ese sentido, añade el psiquiatra, “este estudio llega en buen momento y buena forma: abarca con rigor científico el tema intentando objetivar este potencial problema, incluyendo todos los ensayos clínicos y estudios que han reportado este efecto”. A pesar de las limitaciones (la principal por la definición del síndrome de discontinuación), “el estudio concluye de manera clara su prevalencia en aproximadamente un 15 % de los pacientes que discontinúan un antidepresivo. Además, confirma aquellos antidepresivos que tienen una mayor posibilidad de producirlo, especialmente con síntomas severos”.

Eduard Vieta, jefe de Servicio de Psiquiatría y profesor de la Universidad de Barcelona, se pronuncia en la misma línea que sus compañeros, y concreta que “los medicamentos venlafaxina, desvenlafaxina, paroxetina e imipramina son los que se asocian con mayor frecuencia a este fenómeno”.

El mensaje es claro: “Tanto pacientes como psiquiatras deben evitar interrumpir de forma brusca estos fármacos u optar por otros que no se asocian a este problema”, subraya Vieta.