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La industria estratégica en la que España es un líder mundial (ni se te pasa por la cabeza)
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Materia prima

La industria estratégica en la que España es un líder mundial (ni se te pasa por la cabeza)

El 90% de la materia prima utilizada para fabricar fármacos opioides (morfina, codeína) en el mundo sale de cuatro grandes compañías, entre ellas la española Alcaliber. Su CEO, José Antonio de la Puente, detalla aspectos poco conocidos del sector

Foto: Cultivo de adormidera en Albacete para producir alcaloides. (Alcaliber)
Cultivo de adormidera en Albacete para producir alcaloides. (Alcaliber)
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El aumento del consumo de opioides preocupa en muchos países, sobre todo en Estados Unidos, que está viviendo uno de los peores momentos a causa del abuso de fentanilo (un opioide sintético) que ha matado a decenas de miles de personas en ese país.

De momento, en España no se ha dado esa situación, lo que no significa que vivamos a espaldas de este tipo de medicamentos, ya que el 15,8% de población de entre 15 y 64 años los ha tomado alguna vez, según refleja la última Encuesta sobre alcohol y drogas en España (EDADES), en más de la mitad de los casos para tratar un dolor agudo, y casi siempre prescritos por un médico. Tramadol y codeína son los fármacos más habituales, pero el fentanilo también está presente y el estudio Edades lo sitúa como el tercer opiáceo más consumido (ocupamos el cuarto puesto de la OCDE en consumo de fentanilo, por detrás de Estados Unidos, Alemania y Reino Unido).

Foto: Un hombre sin hogar en las calles de San Francisco muestra su alijo de fentanilo (Reuters. Shannon Stapleton)

¿Qué ha pasado para que hayamos pasado de una opiofobia generalizada a un consumo relativamente importante? La respuesta no es simple; por una parte, los propios médicos han perdido el miedo a recetarlos para tratar el dolor (un síntoma asociado a enfermedades cada vez más habituales y ligadas al envejecimiento, como es el cáncer).

"En Europa, la prescripción de estupefacientes es limitada y tremendamente controlada y restrictiva. Para el control del dolor existe una escalera analgésica y, hasta hace poco, en España, para llegar a la morfina, había que estar en una situación tremendamente compleja", refiere José Antonio de la Puente, CEO de Alcaliber. "Afortunadamente, eso se ha relajado algo. Hay dolores tremendos, crónicos o disruptivos que pueden ser aliviados de una manera inmediata por un opiode, que se emplea durante un período de tiempo limitado, prescrito y controlado por un médico y, en el caso de los medicamentos más potentes, el uso es hospitalario".

Interés estratégico

De la Puente conoce perfectamente cuál ha sido la evolución a lo largo de los años del consumo de opioides, ya que hace más de dos décadas trabaja en Alcaliber, la única empresa española que produce materia prima para la elaboración de fármacos opioides —"todos los laboratorios que fabrican estos medicamentos son clientes nuestros"— y no solo es una de las cuatro grandes compañías del mundo con esta actividad (dos se encuentran en Australia y otra en Francia), sino que es la mayor productora de opio legal para morfina, como reconoce la Junta Internacional de Estupefacientes, por delante de Australia, Turquía, Francia e India.

placeholder José Antonio de la Puente, CEO de Alcaliber. (Ana Beltrán)
José Antonio de la Puente, CEO de Alcaliber. (Ana Beltrán)

Los orígenes de la compañía se remontan a 1934, cuando el farmacéutico y empresario Juan Abelló Pascual, "consiguió el primer permiso para importar opio, porque se entendía que sería bueno tener una industria local de estupefacientes para no depender de los países de nuestro entorno". Entonces, los suministradores eran India y Turquía.

Ya terminando el siglo XX, Alcaliber asumió el cultivo de adormidera, que es el origen de la materia prima, "aprovechando nuestra estructura agrícola, capacidad industrial y costes de producción competitivos", describe a El Confidencial.

Las bazas para ser el mejor

El gran salto se produjo en 2004, con la internacionalización de la compañía, que "además de ser competitiva, ofrecía lo que cualquier cliente busca: fiabilidad en el suministro, que es primordial, porque hay pocos productores, y calidad". El resultado, defiende el CEO, es "una materia prima que no tiene marca, su marca es la de nuestra empresa".

La compañía ha invertido en I+D agrícola para desarrollar 5 variedades de amapolas para la producción de 5 alcaloides diferentes

A lo largo de todos estos años, y asociado al crecimiento de la demanda, Alcaliber ha invertido en I+D agrícola; es decir, en desarrollar variedades de amapolas para producir los diferentes alcaloides. "Tenemos cinco variedades por alcaloides: morfina, codeína, tebaina, oripavina y etilmorfina), que este año ocupan 7.000 hectáreas de cultivo", sobre todo concentradas en Castilla-La Mancha (Toledo, Ciudad Real y, la mayoría, Albacete) y en Castilla-León (Valladolid).

Foto: Ibuprofeno (Unsplash/James Yarema)

A lo largo de los años han tejido una red de agricultores con los que han establecido una relación simbiótica: "Ellos nos garantizan la calidad, y nuestros criterios tan exigentes benefician a sus tierras para otros cultivos posteriores, como trigo o soja", asegura el directivo.

La recolección de la amapola se hace "en el mes de julio, por San Fermín", y corre a cargo de la propia compañía, que selecciona cuidadosamente solo la cápsula de la flor y algo del tallo. Ya en la fábrica, los diferentes alcaloides se extraen a partir de la paja de adormidera.

Las previsiones de este año son vender más de 150.000 kilos de alcaloides a las farmas de todo el mundo para que fabriquen medicamentos

Ahí comienza todo el proceso para obtener la materia prima que suministran a las farmas de todo el mundo (las previsiones de este año son vender más de 150.000 kilos de alcaloides).

Las estimaciones tienen muchas posibilidades de cumplirse, ya que no se deja nada a la improvisación, y cultivan más de lo que necesitan y mantienen un stock para que nunca falte suministro. "Estamos hablando de que los opioides son unos fármacos estratégicos para la OMS, es decir, su suministro siempre ha de estar garantizado".

Paraíso del opio legal

El directivo habla con la seguridad que otorga el saberse, líder de un sector, donde hay pocos competidores y no se espera que lleguen nuevos, al menos en España, porque "las barreras de entrada que tiene este negocio hacen que sea poco atractivo para nuevas compañías. Para tener retorno han de pasar, al menos, 6 o 7 años y cuando vayan a empezar, deberán competir con compañías que tienen mucha penetración en el mercado". La única arma que pueden esgrimir los aspirantes es la innovación, porque el volumen ya lo ponen los afianzados. En resumen: es la crónica de un fracaso anunciado ("hace 14 años, una compañía intentó meterse, pero quebró hace cuatro").

placeholder Tanques de procesamiento de alcaloides en la fábrica de Alcaliber. (Cedida)
Tanques de procesamiento de alcaloides en la fábrica de Alcaliber. (Cedida)

Así pues, España se puede considerar un paraíso del opio… legal. Y sobre este aspecto es tajante el directivo: "No se puede establecer ningún tipo de comparación con Afganistán, Camboya o Laos. En España, todo el proceso de control de cultivo de adormidera es enorme. Hacemos una memoira de cultivo que aportamos a Estupefacientes nos lo tienen que aprobar; los agricultores están perfectamente identificados, y cada agricultor tiene un certificado de idoneidad emitido por el alcalde o por el responsable político de la zona, en el cual dice que es una persona apta para el tipo de cultivo. Además, todas las producciones están declaradas antes durante después, tanto la parte agrícola como la parte industrial".

Foto: Este nuevo compuesto tendría menos efectos secundarios que la morfina y los opiáceos (Reuters/George Frey)

La legalidad y transparencia es común a todos los productores de alcaloides. "No hay, ni ha habido, ni conozco, ni en nuestro mundo, ni en el de nuestros competidores, desviaciones hacia el comercio ilícito", enfatiza.

De lo natural a lo sintético

Las indicaciones médicas de los alcaloides están sobradamente probadas y reconocidas, y van desde el control del dolor (morfina), de la tos (codeína) o como antídoto de sobredosis de opioides (naloxona). Con todo, queda margen para seguir innovando y, "estamos investigando el uso de ciertos alcaloides para determinados tipos de tumores y desarrollando dos productos para el estreñimiento, que es uno de los grandes efectos secundarios de los estupefacientes".

¿Y qué hay del fentanilo? "Es una droga sintética, que no tiene nada que ver con las drogas naturales, y su poder adictivo tremendo. Procede fundamentalmente de China, y al ser muy barato llega con un acceso muy fácil al toxicómano y está generando una epidemia muy importante. Pero al mismo tiempo es un medicamento que, bien utilizado, es estupendo, y se emplea como anestésico".

Y aquí, para abordar la crisis del fentanilo, se abre una oportunidad para la naloxona, un opiode natural.

Estos días, es fácil ver grandes extensiones de amapolas blancas en los campos. Esas son las que después se transformarán en un jarabe de codeína para la tos, una pastilla de morfina para aliviar el dolor o un líquido para salvar una vida por una sobredosis. ¿Para 'colocarse'? Ni lo intentes: los campos están fuertemente vigilados (además, necesitarías horas para que la planta te regalara unas gotitas de opio).

El aumento del consumo de opioides preocupa en muchos países, sobre todo en Estados Unidos, que está viviendo uno de los peores momentos a causa del abuso de fentanilo (un opioide sintético) que ha matado a decenas de miles de personas en ese país.

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