Trucos prácticos para usar bien el fotoprotector

Según el último informe de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) sobre melanoma, su incidencia interanual en España ha incrementado, de manera que se esperan 7.881 casos nuevos en 2024. Carlos Aguado, oncólogo en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid afirma que, aunque España es uno de los países europeos que presenta una de las tasas más bajas de incidencia en melanoma, se trata de una enfermedad en auge, con un incremento del 181,3% en varones y del 205,3% en mujeres.

Otro dato interesante es que “aunque suele diagnosticarse en población de más edad (algo más de la mitad se diagnostican a partir de los 55 años, según un documento elaborado por Iván Márquez Rodasla para la SEOM), es uno de los tumores más frecuentes en pacientes jóvenes”, ha indicado el experto del hospital madrileño.

También se sabe que existe una la relación directa entre los melanomas y el sol, así como con el fotoenvejecimiento. De hecho, la SEOM afirma que “suceden en la piel expuesta al sol”. Y que esta exposición puede ser continuada (personas que trabajan al aire libre en zonas de exposición solar, como el campo o las carreteras) o por exposiciones intermitentes (playa, piscina).

Por último, es bien sabido que, tal y como afirma la Clínica Universidad de Navarra, “reducir la exposición a la radiación solar y tomar las medidas necesarias de fotoprotección son armas fundamentales en el decrecimiento de la incidencia de los tumores cutáneos en general. El objetivo de la fotoprotección es prevenir el daño que la exposición a la radiación ultravioleta provoca en la piel”.

Así se usan las cremas con FPS

Ante la llegada del calor y el aumento de horas de luz y de exposición al sol, es importante reseñar que no solo hay que emplear este tipo de cosméticos que protegen la piel frente a radiaciones UVA y UVB. Sino que además, hay que utilizarlos correctamente. Porque a pesar de que ahora sí los utiliza la mayoría de la población (algo que no hacían las generaciones anteriores), aún hay dudas respecto al modo adecuado de hacerlo.

Hay que usar fotoprotector aunque se teletrabaje, sobre todo si el puesto de trabajo está junto a una ventana donde llegue la radiación solar

Una de las dudas más frecuentes tiene que ver con su utilidad durante todo el año. Juan Antonio Santana, Medical Advisor de ISDIN, confirma que es necesario el uso de crema facial todos los meses del año: “Aunque en invierno la radiación UV-B baja, la UV-A se mantiene constante y esta es la responsable de la aparición de las manchas solares y contribuye en un alto porcentaje al fotoenvejecimiento. Lo ideal sería utilizar en invierno un fotoprotector con un FPS algo más bajo que en verano y con alta protección UV-A”.

"Los días que teletrabajo, no me pongo"

Ahora que trasladar la oficina a casa es una práctica más habitual que antes de la pandemia, son muchas las personas que creen que no tienen por qué gastar dinero en este tipo de protección si no salen de casa. El experto no está de acuerdo.

“Hay que seguir usándola, sobre todo si el puesto de trabajo está junto a una ventana donde llegue la radiación solar. Pensemos que los cristales solamente filtran la luz UV-B pero la UV-A, responsable del fotoenvejecimiento y de las hiperpigmentaciones, lo traspasa totalmente. Y si estamos con las ventanas o el balcón abierto, entra la misma radiación que si estuviéramos en la calle”, apunta Santana.

¿Qué factor es el adecuado para mí?

La respuesta a esta pregunta depende de las características individuales de cada uno. Explica el experto: “Si se tiene un fototipo bajo (piel clara y ojos claros) habría que usar un FPS 50 o 50+, si el fototipo es alto (pieles oscuras) podríamos usar un FPS 30”.

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Pero también hay que tener en cuenta el consumo de fármacos. Dice el Medical Advisor de ISDIN: “En el caso de tomar algún medicamento fotosensible (antibióticos, antiinflamatorios, antihistamínicos, antidepresivos, antihipertensivos, antidiabéticos) o de si se padece alguna enfermedad relacionada con la radiación solar, se debe usar un fotoprotector con FPS 50+ o superior”.

¿Qué cantidad me tengo que poner?

La cantidad que hay que aplicarse es la misma en la cara o en el cuerpo: 2 mg/cm2. Si nos referimos a la cara, la forma práctica de calcularlo es extendiendo una línea de fotoprotector sobre el dedo índice y otra sobre el anular y “aplicamos dos dedos sobre el rostro y cuello; cuatro dedos sobre el torso, otros cuatro dedos sobre la espalda; y finalmente dos dedos sobre cada brazo y cuatro sobre cada pierna”, recomienda el experto.

Es habitual que cuando nos extendemos la crema, olvidemos el cuello y el escote, Sin embargo, para el experto de ISDN es importante tenerla siempre en cuenta “porque es una zona con la piel muy expuesta y además muy fina que hay que proteger”.

¿De verdad caducan?

En efecto, los fotoprotectores tienen caducidad y un tiempo máximo para permanecer en perfecto estado desde que son abiertos. De hecho, en todos los envases aparece un símbolo de un tarro abierto con un número, que corresponde a los meses que se puede usar.

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“El problema que nos podemos encontrar es que la cantidad que quede en el envase sea poca y el aire degrade al fotoprotector. Por otro lado, de un año a otro tampoco se puede garantizar las condiciones de almacenamiento (se puede guardar cerca de un radiador o en la guantera de un coche). Por eso, lo más recomendable es comprar uno nuevo si lo que queda del año anterior es muy poco”, apunta Santana.