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El ejercicio que baja el ácido úrico y que previene problemas cardiovasculares
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El ejercicio que baja el ácido úrico y que previene problemas cardiovasculares

Aunque durante los brotes de gota se recomienda descansar y evitar esfuerzos, una vez los síntomas mejoran, la actividad física puede ser muy beneficiosa

Foto: El ejercicio que baja el ácido úrico y que previene problemas cardiovasculares. (Foto: iStock)
El ejercicio que baja el ácido úrico y que previene problemas cardiovasculares. (Foto: iStock)

El ejercicio físico regular ha demostrado ser una herramienta eficaz para disminuir los niveles elevados de ácido úrico, una condición médica conocida como hiperuricemia. Esta afección, que puede provocar gota y cálculos renales, también se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico y diabetes.

El ácido úrico es el resultado de la descomposición de las purinas, unas moléculas presentes de forma natural en el cuerpo y en ciertos alimentos. Normalmente, los riñones filtran y eliminan el ácido úrico a través de la orina, pero cuando hay un exceso de producción o los riñones no funcionan adecuadamente, el ácido úrico se acumula en forma de microcristales en las articulaciones y los riñones. Esta acumulación puede llevar a la inflamación y al dolor característicos de la gota y otras complicaciones renales.

Foto: Pablo Ojeda en el programa de radio 'Las mañanas Kiss' (Instagram/@lasmananaskiss)

Aunque durante los brotes de gota se recomienda descansar y evitar esfuerzos, una vez los síntomas mejoran, la práctica regular de ejercicio puede ser muy beneficiosa. Además de mejorar la movilidad articular, la actividad física contribuye a la pérdida de peso, lo que es crucial, ya que la obesidad está estrechamente relacionada con la hiperuricemia. Un estudio publicado en Journal of Biological Chemistry sugiere que el tejido adiposo puede producir ácido úrico, por tanto, bajar de peso es una de las estrategias aconsejadas para prevenir este problema de salud.

Además, los niveles altos de ácido úrico se relacionan con mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, según concluye otro estudio publicado en European Society of Cardiology. El ejercicio regular tiene un doble beneficio: no solo ayuda a controlar el peso y mejorar la salud articular, sino que también disminuye los niveles de ácido úrico en el cuerpo, lo que puede prevenir complicaciones adicionales.

El ejercicio más recomendado

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a los adultos de entre 18 y 64 años realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos a la semana. Para disminuir los niveles de ácido úrico podemos hacer actividades como andar, trotar, nadar, practicar yoga o pilates, entrenar con bicicletas estáticas o pesas. Pero entre todas las opciones, los expertos destacan la natación porque flotar en el agua reduce el impacto en las articulaciones.

Es esencial que cualquier rutina de ejercicio sea planificada en conjunto con un profesional de la salud y, si es posible, un entrenador personal. Una ejecución adecuada de las actividades físicas es crucial para maximizar los beneficios y evitar lesiones.

Importancia de la alimentación

La alimentación también juega un papel fundamental. Una dieta rica en vitamina C y baja en purinas puede ayudar a reducir los niveles de ácido úrico. Como sugiere una investigación publicada en la Revista de Nefrología, Diálisis y Trasplante, los alimentos como leche, yogur, quesos blancos, frutas, huevos y ciertas legumbres y pescados son recomendados, mientras que se deben limitar las carnes rojas y evitar mariscos y pescados altos en purinas.

Adoptar un estilo de vida activo y saludable es clave para mantener el ácido úrico bajo control y disfrutar de una mejor calidad de vida. El ejercicio regular y una dieta adecuada no solo son efectivos para controlar los niveles de ácido úrico, sino que también contribuyen significativamente a la salud general y la prevención de enfermedades cardiovasculares.

El ejercicio físico regular ha demostrado ser una herramienta eficaz para disminuir los niveles elevados de ácido úrico, una condición médica conocida como hiperuricemia. Esta afección, que puede provocar gota y cálculos renales, también se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico y diabetes.

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