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Ni cinta de correr ni pilates: el ejercicio de bajo impacto que ayuda a los músculos a partir de los 60 años
  1. Bienestar
TIENE SU ORIGEN EN FINLANDIA

Ni cinta de correr ni pilates: el ejercicio de bajo impacto que ayuda a los músculos a partir de los 60 años

Sentirse bien físicamente a partir de los 60 años es posible llevando una vida saludable y con la práctica de ejercicio regular. Esta modalidad, nacida en la década de 1930, es la solución ideal para activar todos los músculos

Foto: Ni cinta de correr ni pilates: el ejercicio de bajo impacto que ayuda a ejercitar todos los músculos a mayores de 60 años (iStock)
Ni cinta de correr ni pilates: el ejercicio de bajo impacto que ayuda a ejercitar todos los músculos a mayores de 60 años (iStock)

Llevar una vida saludable y activa no depende de la edad. Hoy en día, cada vez es mayor el número de personas mayores de 60 años que buscan actividades físicas que les permitan mantenerse en forma sin poner en riesgo sus articulaciones, más debilitadas por el proceso natural del envejecimiento.

Prácticas como el yoga, el Pilates o andar sobre la cinta de correr son algunos de los ejercicios que la gente que ha rebasado los 60 suele realizar por los numerosos beneficios que aportan a la salud. En este contexto, ha emergido una disciplina que promete ser la solución perfecta: la marcha nórdica. Un ejercicio que, aunque no es nuevo, ha ganado popularidad en los últimos años.

Foto: Ni salir a andar ni la cinta de correr: este ejercicio es ideal para fortalecer la masa muscular a partir de los 60 años.(istock)

A priori, la marcha nórdica puede parecer simplemente una caminata con bastones, pero es mucho más que eso. Este ejercicio de bajo impacto no solo mejora la postura y la estabilidad, sino que también trabaja gran parte de la musculatura que otras actividades aeróbicas tradicionales no llegan a alcanzar. Además, es una actividad que se puede practicar al aire libre, ya sea en el parque, la playa o, incluso, en la montaña.

Este ejercicio de bajo impacto no solo mejora la postura y la estabilidad, sino que también trabaja la mayoría de los músculos

Para llevar a cabo esta actividad física, se necesitan unos bastones específicos que permiten distribuir el peso del cuerpo de manera uniforme, aliviando así la presión en las rodillas y otras articulaciones. Esto no solo facilita la movilidad, sino que también reduce el riesgo de lesiones, algo muy importante según se van cumpliendo años.

El origen de la marcha nórdica

La marcha nórdica tiene sus raíces en Finlandia, donde surgió en la década de 1930 como una forma de entrenamiento para esquiadores de fondo durante el verano. Este método fue adoptado más tarde por atletas que buscaban mantenerse en forma fuera de la temporada de esquí. La idea era simular los movimientos del esquí utilizando bastones, lo que les permitía entrenar de manera efectiva sin la necesidad de nieve.

Aunque surgió en Finlandia en la década de 1930, no fue hasta los años 90 cuando su popularidad empezó a extenderse por el mundo

A pesar de su origen, la marcha nórdica no ganó popularidad mundial hasta los años 90, cuando se empezó a promover como una actividad física muy beneficiosa para personas de todas las edades y niveles de condición física. Fue entonces cuando países como Alemania y Austria la adoptaron masivamente, y más tarde, a principios del siglo XXI, se extendió a los Estados Unidos.

Beneficios de la marcha nórdica

La marcha nórdica es una actividad física muy completa que ofrece múltiples beneficios para la salud. Al involucrar el uso de bastones, se activan no solo los músculos de las piernas, sino también los de los brazos, la espalda y el abdomen. Según especialistas en fisiología este ejercicio mejora la estabilidad, la postura y proporciona un apoyo adicional, lo que es especialmente útil para personas con problemas en las articulaciones.

Foto: Foto: iStock

Además, la marcha nórdica es una excelente forma de ejercicio cardiovascular. Mejora la circulación sanguínea, regula la presión arterial y ayuda a reducir el colesterol malo (LDL). Diversos estudios han demostrado que esta actividad puede activar hasta el 90% de los músculos del cuerpo, a diferencia de una caminata convencional que solo trabaja alrededor del 50%. Esta amplia activación muscular no solo fortalece el cuerpo, sino que también contribuye a la pérdida de peso y la prevención de enfermedades crónicas como la diabetes.

Llevar una vida saludable y activa no depende de la edad. Hoy en día, cada vez es mayor el número de personas mayores de 60 años que buscan actividades físicas que les permitan mantenerse en forma sin poner en riesgo sus articulaciones, más debilitadas por el proceso natural del envejecimiento.

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