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Habrá más casos de linfoma raro asociado a prótesis mamarias y este cirujano analiza el motivo
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un tipo de cáncer raro

Habrá más casos de linfoma raro asociado a prótesis mamarias y este cirujano analiza el motivo

La semana pasada, la AEMPS confirmaba que 94 mujeres tenían LACG-AIM, un tipo de cáncer raro producido por la fricción de las prótesis con el organismo. Además, hay otros 35 casos que se continúan estudiando

Foto: Implantes de mama. (iStock)
Implantes de mama. (iStock)

Año 1997: una mujer de 41 años, operada de aumento de pecho, desarrolla un tipo de cáncer raro en la cápsula que rodea su implante mamario. Esta fue la primera vez que se reportó un caso de linfoma anaplásico de células grandes asociado a una prótesis de mama, conocido como LACG-AIM.

Han pasado 27 años y no ha sido el único hecho destacable alrededor de estas operaciones, muchas veces, estéticas. Ya en el año 2010 estallaba el caso de las prótesis defectuosas de la marca francesa Poly Implant Prothèse (PIP). Solo en España se contabilizaron más de 18.000 mujeres afectadas y el 4,2% fueron operadas en centros sanitarios del Sistema Nacional de Salud.

Además, la semana pasada se conocía que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), ha recibido la notificación de 129 sospechas de LACG-AIM hasta el año 2023, de las cuales confirmaba 94 casos.

Antonio Tejerina Bernal, cirujano general y plástico dedicado al cáncer de mama y representante de la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria para la comisión del LACG-AIM de la AEMPS, cuenta a este periódico que, en un principio, no se sabía cómo diagnosticar estos casos: "El origen es multifactorial. Pero se ha visto que este tipo de linfoma que el roce de un cuerpo extraño (los implantes) genera a largo plazo una reacción inflamatoria en el cuerpo que desencadena un cambio celular".

Foto: Foto: iStock.

En cuanto a las teorías que tienen los profesionales que tratan de buscar el origen, Tejerina explica que hay tres: "Se sabe que no pasa con todos los implantes. La primera hipótesis que se plantea es que existe una predisposición genética, la segunda que tenga su origen en una contaminación bacteriana que facilite el desarrollo del linfoma. En último lugar, se ha visto que las mujeres diagnosticadas tenían, principalmente, un tipo de implante específico: el rugoso".

También comenta que hasta la fecha "no hay ningún estudio médico" que demuestre que las mujeres con implantes lisos hayan tenido un linfoma anaplásico. "Los rugosos son de dos tipos: microtexturados y macrotexturados. Los que se han relacionado con el linfoma son los macrotexturados, que son muy rugosos. Serían los conocidos como implante con 'efecto velcro', que generan una inflamación crónica en el organismo que produce un cambio en los linfocitos que en un momento dado mutan y dan lugar al cáncer".

Igualmente, el cirujano plástico asegura que habrá más casos: "El problema aparece normalmente 10 años después de la implantación y hay un montón de mujeres en el mundo con ese tipo de prótesis. La mayoría de cirujanos las usan lisas y en países como Francia las rugosas están retiradas por completo. En España se quitaron del mercado en 2018 las macrotexturadas, pero se usan las de poliuretano, que también están relacionados con el linfoma".

Señales de alarma

El doctor da especial importancia a la prevención, por ello insiste en las señales que deberían ser una señal de alarma: "Si una mujer está implantada desde hace 10 años y nota un cambio repentino en su mama, como un aumento en el tamaño, es motivo para acudir al especialista a que realice una ecografía. Si en la prueba se ve inflamación y acumulación de líquido, se debe hacer una punción y recoger una muestra del mismo para un posterior análisis en el laboratorio. Ese es el protocolo actual. Incluso, en caso de duda, se debe hacer una resonancia magnética, que es la prueba que mejor valorará el estado de los implantes. El linfoma suele aparecer en la cápsula que envuelve la prótesis mamaria".

Asimismo, aclara que en la mayoría de los casos confirmados, la enfermedad está en fases muy iniciales: "Se suele solucionar el problema quitando los implantes y la cápsula que ha generado el cuerpo alrededor, lo que se conoce como capsulectomía completa".

Crecen los explantes

Preguntado si en los últimos años ha visto más casos de mujeres que deciden quitarse las prótesis, explantarse, por voluntad propia, Tejerina explica que realiza la técnica habitualmente: "Lo que está sucediendo es que cada vez que hay una noticia que genera una alarma, como es lógico, las mujeres se replantean si quieren tener las prótesis. Ya pasó con la crisis de las PIP. Ahora, con el linfoma, se genera en las mujeres una inseguridad y cada vez se demuestra más que el explante es una opción".

Otro de los asuntos que preocupan al doctor Tejerina es la idea que tienen algunas pacientes de que los implantes duran toda la vida: "Tienen una vida útil, no son eternos. El problema es que hace 20 años, se decía que era para siempre, pero es como preguntar si las ruedas del coche serán para siempre. No es que a los 10 años se tengan que cambiar, pero a partir de ese momento aumentan las probabilidades de que se puedan romper, ya que se degradan con el paso del tiempo".

¿Se puede aumentar el pecho sin prótesis?

Hace unos años, era habitual ver anuncios de clínicas estéticas que prometían un aumento de pecho sin prótesis. Sin embargo, Tejerina sostiene que no es posible actualmente: "Se intentó en su día mediante lipotransferencia, pero no se consigue que la grasa proyecte hacia delante, solo que sea más grande. Ahora, hay estudios y modelos que plantean la opción de construir unas mallas, como si fuesen un nido de pájaro, hechos con materiales biodegradables. Eso es lo que implantas a la paciente y después haces la transferencia de grasa. De esa forma, el nido mantiene el pecho hacia delante. Pero todo esto a día de hoy es ciencia ficción, puede que en el futuro se convierta en realidad".

Pero los implantes están cambiando gracias a las nuevas tecnologías: "Se consiguen superficies menos agresivas o prótesis más blandas con el objetivo de minimizar esas complicaciones. Aun así, es importante acudir a las revisiones a partir de los 10 años".

Año 1997: una mujer de 41 años, operada de aumento de pecho, desarrolla un tipo de cáncer raro en la cápsula que rodea su implante mamario. Esta fue la primera vez que se reportó un caso de linfoma anaplásico de células grandes asociado a una prótesis de mama, conocido como LACG-AIM.

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