Advertencia: las cachimbas son mucho más dañinas para la salud de lo que se cree

Que el tabaco afecta a la salud es indiscutible. Los datos hablan por sí solos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la primera causa de muerte evitable en todo el mundo. Causa el 25% de los tumores malignos e influye en al menos otros 18 tipos: laringe, vejiga, riñón, páncreas, cérvix, pulmón, estómago, próstata…

Además, es el responsable del 80% de las muertes de cáncer de pulmón, y del 30% de las muertes por cáncer en general. Y un estudio publicado en European Journal of Cancer, uno de cada cinco casos de cáncer en Europa es atribuible a este tóxico, lo que supone unos 750.000 tumores.

De todos ellos, la mitad afectan al pulmón y un 15% están localizados en el área de cabeza y cuello, afectando sobre todo al labio, la cavidad oral, la faringe y la laringe. Precisamente este último porcentaje ha llevado a la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) a implicarse en este asunto.

Pero no lo ha hecho precisamente con el tabaco clásico, sino con el consumo de cachimbas. Porque nadie pone en duda la relación entre los cigarros (de cajetilla o de liar) y el cáncer. Pero sí aún hay mucho desconocimiento en lo que se refiere al consumo de cachimbas, que no se asocia con peligrosidad. O no al menos de la misma manera que el tabaco clásico.

Nicotina, monóxido de carbono y alquitrán

Pues bien, en ese sentido, la SEORL-CCC advierte de que el humo inhalado durante una sesión de una hora de pipa es unas 200 veces el volumen de un solo cigarrillo. Y también avisa de que en una sola sesión podemos alcanzar entre dos y 10 veces la cantidad de nicotina, monóxido de carbono y alquitrán que con un cigarrillo.

Muchos usuarios tienen la falsa creencia de que que el agua filtra los agentes tóxicos del tabaco

Con esta información debería ser suficiente para dejar de lado las también llamadas pipas de agua. Pero es que además, según un estudio publicado en Tobacco induced diseases, supera la cantidad de metales pesados, hidrocarburos policíclicos aromáticos y furanos semivolátiles que se consumen con cigarrillo.

El tipo de inhalación

“En las pipas, el tabaco es calentado por un carbón. Cuando el usuario aspira de la boquilla, el humo resultante burbujea a través del agua. Esto hace creer a muchos usuarios que el agua filtra los agentes tóxicos del tabaco. Esta combinación con el agua resulta en un humo más húmedo y suave que resulta menos irritante inicialmente en comparación con un cigarro convencional”, afirma Ana Sánchez Prieto, presidenta del comité de prevención de tabaquismo de la SEORL-CCC.

TE PUEDE INTERESAR

¿Es lo mismo fumar que consumir productos de nicotina sin humo? Un cirujano lo explica

Alimente

Y añade que esta circunstancia, sumado a que “la resistencia de la inhalación en la cachimba es menor, anima a realizar una inhalación más profunda y prolongada cuando se fuma con shisha. Además favorece que las sesiones puedan ser más largas dado que la humedad disminuye la irritación inicial”, afirma la especialista.

Todo ello hace que esta manera de consumir tabaco sea un factor de riesgo para el cáncer de cabeza y cuello, como afirma Jon Alexander Sistiaga, presidente de la comisión de Oncología y Cirugía de Cabeza y Cuello: “En la cavidad oral se han descrito alteraciones celulares que indican lesiones premalignas y malignas, tanto en lengua, como en orofaringe y en suelo de boca”.

Una trampa para adolescentes

A pesar de todos estos prejuicios para la salud, las cachimbas son muy populares entre la gente joven. El Plan Nacional sobre Drogas refiere que el 40% de los adolescentes españoles entre 14 y 18 años ha fumado cachimba y que el 9,5% de los alumnos de 12 y 13 años las ha usado alguna vez en su vida.

“Este aumento de la popularidad viene propiciado por la disponibilidad de sabores, su aparición en internet y redes sociales y la falta de regulación al respecto. Su aceptación ha aumentado entre los jóvenes por la idea equivocada de ausencia de nocividad y la creencia de que posee un menor poder adictivo”, concluye Sánchez Prieto.