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¿Cómo influyen las hormonas en la libido?
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¿Cómo influyen las hormonas en la libido?

Tanto en hombres como en mujeres, diversas hormonas pueden influir de diferentes maneras y desempeñan un papel importante en su regulación

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La libido está influenciada por diferentes variables, aunque con la edad los niveles hormonales se suelen convertir en las más importantes, también influyen factores psicológicos, incluidos el estrés, la salud emocional, el estado de la relajación, así como una variedad de medicamentos, alteraciones metabólicas y físicas e incluso le afectan factores sociales, ambientales y experiencias vitales pasadas.

La Dra. Yéssica Sánchez Sotelo, del equipo médico de Neolife, experta en el área del envejecimiento, explica que las fluctuaciones hormonales naturales a lo largo de la vida relacionadas con el envejecimiento, o las que ocurren durante la pubertad, el embarazo, el posparto y la menopausia, también pueden impactar de manera importante sobre la libido.

Tanto en hombres como en mujeres, diversas hormonas pueden influir en la libido de diferentes maneras y desempeñan un papel importante en su regulación, ya sea en el deseo o en la respuesta sexual. Por ejemplo, el estrógeno tiene una gran importancia en la libido de la mujer, pero no es crucial en la libido del hombre; sin embargo, si el hombre tiene niveles elevados de estradiol en sangre, impacta negativamente sobre su apetito sexual y su estado de ánimo. Por otro lado, niveles elevados de prolactina (una hormona producida por la glándula pituitaria que desempeña un papel en la producción de leche materna durante la lactancia) pueden disminuir la libido tanto en hombres como en mujeres.

Pero la Dra. Sánchez Sotelo explica que, sin duda, la hormona más conocida por su importante papel en la sexualidad humana es la testosterona. Niveles más altos de testosterona suelen correlacionarse con un aumento del deseo sexual y una mayor excitación. Es por eso que centraremos la atención en esta hormona a lo largo de este artículo.

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La testosterona, que se relaciona comúnmente con la sexualidad masculina, es producida principalmente en los testículos y es crucial para el impulso sexual, la función eréctil y la producción de esperma en los hombres. Aunque menos conocida, la Dra. Sánchez Sotelo recalca que es muy importante en la mujer, ya que influye igualmente en la libido (además del estrógeno) y es necesaria para la lubricación vaginal y el adecuado funcionamiento de su sistema reproductivo. La testosterona en la mujer se produce en los ovarios y las glándulas suprarrenales, aunque en cantidades mucho menores en comparación a los hombres.

En el deseo sexual

El Dr. Alfonso Galán, director médico de Neolife, explica que la testosterona influye en el deseo sexual, a través de mecanismos cerebrales, en especial activando el hipotálamo y la corteza cerebral, que están asociadas con la excitación, deseo y respuesta sexual. Se sabe que los receptores de testosterona también están presentes en la amígdala, que está involucrada en la regulación del estado de ánimo, la motivación y las respuestas emocionales. Además, desempeña un papel importante en el bienestar emocional, ya que influye sobre los niveles y la actividad de neurotransmisores en el cerebro, como la serotonina, la dopamina y la noradrenalina.

Es decir, no solo aumenta la sensibilidad a las señales sexuales, sino que también impacta directamente sobre el estado de ánimo, lo que hace que una persona sea más receptiva a estímulos sexuales, tenga un mayor interés en el sexo y la experiencia sea más placentera. Se ha demostrado que niveles bajos de testosterona pueden estar asociados con una disminución del interés en el sexo y una menor motivación para buscar actividades sexuales.

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Por otro lado, dicen que el sexo sin amor no es lo mismo: si combinamos testosterona con oxitocina, conocida como la "hormona del amor" u "hormona de la vinculación", obtenemos como resultado lo que para muchos representa la mezcla perfecta. La oxitocina está involucrada en la formación de vínculos emocionales y la intimidad. Se cree que los niveles elevados de oxitocina pueden aumentar la libido y promover la conexión emocional en las relaciones sexuales.

Además de sus efectos cerebrales, también puede influir directamente sobre los órganos sexuales. Esto se produce por dos mecanismos: un aumento del flujo sanguíneo y la producción de óxido nítrico en el cuerpo, lo que a su vez puede relajar los vasos sanguíneos y aumentar el flujo de sangre hacia los genitales, favoreciendo la respuesta sexual, una mejor función eréctil en los hombres y una mejor lubricación vaginal en las mujeres.

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Por otro lado, el Dr. Galán hace hincapié en que la testosterona no solo es una hormona sexual, sino que mejora los niveles de energía y vitalidad a través del estímulo a la función muscular y la resistencia física, lo que puede conducir a una mayor sensación de bienestar, dando como resultado un mejor desempeño sexual.

Incluso, puede modular la liberación de hormonas del estrés como el cortisol y la DHEA, mejorando la respuesta del cuerpo al estrés. Es así como los niveles adecuados de testosterona pueden ayudar a mejorar la resiliencia al estrés y reducir los efectos negativos del estrés en el estado de ánimo.

Como podéis ver, la testosterona influye en la libido a través de varios mecanismos, impacta en muchas funciones del organismo e interactúa constantemente con otras hormonas. No hay que olvidar que la esfera sexual es una parte fundamental de la vida y es considerado también un determinante de salud y bienestar. La alteración en la libido es el principal indicador de que algo no va bien en nuestro cuerpo: más allá de ser un tema tabú, es un tema de autocuidado.

La libido está influenciada por diferentes variables, aunque con la edad los niveles hormonales se suelen convertir en las más importantes, también influyen factores psicológicos, incluidos el estrés, la salud emocional, el estado de la relajación, así como una variedad de medicamentos, alteraciones metabólicas y físicas e incluso le afectan factores sociales, ambientales y experiencias vitales pasadas.

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