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Respirando a más de 2.000 metros: todo sobre el mal de altura y cómo afrontarlo
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Respirando a más de 2.000 metros: todo sobre el mal de altura y cómo afrontarlo

A medida que ascendemos, la presión barométrica disminuye, lo que significa que hay menos oxígeno disponible

Foto: Consejos para luchar contra el mal de alturas. (iStock)
Consejos para luchar contra el mal de alturas. (iStock)

Si alguna vez has soñado con escalar las montañas más altas del mundo, o simplemente visitar un lugar a gran altitud, es crucial entender cómo tu cuerpo puede reaccionar a estos entornos. El mal de altura puede afectar a cualquier persona que asciende rápidamente a grandes alturas sin la debida preparación. Pero no te preocupes, hay formas de prevenir y mitigar estos efectos para que puedas disfrutar de tu aventura sin problemas.

El mal de altura ocurre cuando no hay suficiente oxígeno en el aire para satisfacer las necesidades del cuerpo. A medida que ascendemos, la presión barométrica disminuye, lo que significa que hay menos oxígeno disponible. Esta falta de oxígeno, conocida como hipoxia hipobárica, puede causar una serie de síntomas que varían desde leves dolores de cabeza y mareos hasta condiciones más graves como edema cerebral o pulmonar.

La aclimatación es el proceso mediante el cual tu cuerpo se adapta a la disminución de oxígeno en altitudes elevadas. Este proceso comienza casi de inmediato, pero puede tomar semanas para completarse por completo. Durante la aclimatación, tu cuerpo realiza una serie de ajustes fisiológicos que mejoran la oxigenación del tejido.

Factores que afectan la aclimatación

No todos se aclimatan al mismo ritmo o con la misma eficacia. Varios factores pueden influir en tu capacidad para aclimatarte, incluyendo:

  • Velocidad de ascenso: Subir demasiado rápido aumenta el riesgo de mal de altura. Es mejor ascender gradualmente para darle tiempo a tu cuerpo a adaptarse.
  • Altitud alcanzada: Cuanto más alto subas, mayor será el desafío para tu cuerpo, los primeros síntomas se pueden empezar a notar a partir de los 2000 metros.
  • Capacidad intrínseca: Las variaciones genéticas y anatómicas juegan un papel en cómo cada persona responde a la hipoxia.
  • Condiciones médicas: Algunos problemas de salud pueden dificultar la aclimatación como las enfermedades cardiacas o las pulmonares.
  • Factores extrínsecos: El consumo de alcohol, ciertos medicamentos y las condiciones ambientales como el frío pueden interferir con los mecanismos de compensación del cuerpo.
Foto: La tensión alta cada vez afecta más a los jóvenes. (iStock)

Síntomas del Mal de Altura

Los síntomas del mal de altura pueden variar de leves a severos. Los signos tempranos incluyen dolor de cabeza, náuseas, falta de apetito, y dificultad para dormir. Si no se tratan, estos síntomas pueden progresar a condiciones más graves como el edema cerebral de alta altitud y el edema pulmonar de alta altitud, que son potencialmente mortales.

Prevención y tratamiento

La mejor manera de prevenir el mal de altura es ascender gradualmente, permitiendo que tu cuerpo se aclimate adecuadamente. Te dejo unos consejos adicionales:

  • Hidratarse bien: beber suficiente agua ayuda a mantener tu cuerpo funcionando correctamente.
  • Evitar el alcohol: el alcohol puede deshidratarte y empeorar los síntomas del mal de altura.
  • Medicamentos preventivos: en algunos casos, los médicos pueden recomendar medicamentos como la acetazolamida para ayudar con la aclimatación.
  • Escuchar a tu cuerpo: si comienzas a sentir síntomas de mal de altura, detente y desciende a una altitud más baja si es necesario.

En resumen, el mal de altura es una preocupación real para cualquier persona que planea aventurarse a grandes altitudes. Sin embargo, con la preparación adecuada y un enfoque consciente hacia la aclimatación, puedes minimizar los riesgos y disfrutar de tus aventuras montañesas. Recuerda, la clave está en ascender gradualmente, mantenerse hidratado, y prestar atención a tu cuerpo. No olvides acudir a la consulta del viajero para asesorarte bien.

¡Feliz ascenso!

Manuel Gil Mosquera

Licenciado en Medicina por la UCM, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, con máster en Enfermedades Tropicales, Enfermedades Infecciosas, Control de la Infección (PROA) y Urgencias. Actualmente, trabaja como médico de Urgencias Hospitalarias, forma parte de SEMES y es miembro del equipo de consultadelviajero.com

Si alguna vez has soñado con escalar las montañas más altas del mundo, o simplemente visitar un lugar a gran altitud, es crucial entender cómo tu cuerpo puede reaccionar a estos entornos. El mal de altura puede afectar a cualquier persona que asciende rápidamente a grandes alturas sin la debida preparación. Pero no te preocupes, hay formas de prevenir y mitigar estos efectos para que puedas disfrutar de tu aventura sin problemas.

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