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Los trucos para mantener frutas y verduras frescas más tiempo, según la ciencia
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Los trucos para mantener frutas y verduras frescas más tiempo, según la ciencia

La ciencia nos ofrece estrategias basadas en investigaciones que pueden ayudarnos a maximizar la frescura de nuestros alimentos.

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Mantener frutas y verduras frescas puede ser un desafío, especialmente cuando se trata de prolongar su vida útil y conservar sus nutrientes. A menudo, nos encontramos tirando productos que se han echado a perder antes de tener la oportunidad de disfrutarlos. Afortunadamente, la ciencia nos ofrece estrategias basadas en investigaciones que pueden ayudarnos a maximizar la frescura de nuestros alimentos.

Para la profesora de la Universidad de Melbourne Senaka Ranadheera una de las primeras cosas que debemos atender cuando compremos es si los productos están magullados, heridos o dañados. Algo que puede suceder en cualquier etapa del manejo de los vegetales antes de llegar a los comercios y realmente puede acelerar la descomposición de las verduras y frutas. En este sentido señala que la pérdida de humedad a través de la piel dañada acelera el deterioro y la pérdida de nutrientes. Asimismo, el daño también facilita la entrada de microbios perjudiciales.

En cuanto a lavar o no lavar las frutas y verduras antes de almacenarlas en casa, la experta señala que no es necesario, ya que mucho de lo que compramos ya ha sido lavado comercialmente. De hecho, si lavas los productos y no puedes secarlos completamente, la humedad añadida podría acelerar el deterioro en el refrigerador.

Eso sí, lavar los productos justo antes de consumirlos o cocinarlos es importante para eliminar la suciedad y los insectos patógenos. Pero para ello, no uses vinagre en el agua, los estudios indican que no tiene ningún efecto para reducir la carga microbiana en los productos frescos.Tampoco utilices bicarbonato de sodio, aunque existe cierta evidencia de que puede eliminar los residuos de pesticidas de la superficie de algunos productos, no es recomendable usarlo en casa. Simplemente, usa agua del grifo.

​¿Dónde guardar cada una?

Una de las cuestiones más importantes para la profesora es elegir el tipo de envase y el lugar adecuados para controlar la pérdida de humedad, la putrefacción y la maduración. Siendo, las tres opciones principales de almacenamiento son en la encimera, en el frigorífico o en un "lugar fresco, seco y oscuro", como la despensa. He aquí algunos ejemplos comunes de productos y dónde es mejor colocarlos:

  • Los plátanos, la cebolla, el ajo, las patatas, el boniato y la calabaza entera estarán mejor en una despensa o armario oscuro. No almacenes patatas y cebollas juntas: las cebollas producen un gas llamado etileno que hace que las patatas se estropeen más rápido, mientras que la alta humedad de las patatas estropea las cebollas.
  • De hecho, no guarde juntas frutas como manzanas, peras, aguacates y plátanos, porque estas frutas liberan gas etileno a medida que maduran, según indican los estudios, haciendo que las frutas cercanas maduren (y potencialmente se estropeen) mucho más rápido. Es decir, a menos que quieras que tus frutas maduren rápido.
  • Las verduras de hoja verde, las zanahorias, los pepinos, la coliflor y el brócoli estarán mejor en el cajón de baja humedad (crisper) del frigorífico. Puedes ponerlos en bolsas de plástico perforadas para retener la humedad pero mantener el flujo de aire.
  • Pero no las metas en bolsas completamente cerradas, porque esto puede ralentizar la maduración al tiempo que atrapa el dióxido de carbono, según la ciencia, lo que provoca podredumbre y malos olores.
  • Algunas frutas también se conservan mejor en el frigorífico. Por ejemplo, las manzanas y los cítricos, como las naranjas, pueden conservarse frescos durante más tiempo en el frigorífico (cajón de verduras), aunque pueden permanecer a temperatura ambiente durante breves periodos.
  • Sin embargo, no guarde la sandía en el frigorífico durante demasiado tiempo, ya que perderá su sabor y su intenso color rojo si se mantiene refrigerada más de tres días.
  • La mayoría de las hierbas aromáticas y algunas verduras de hoja -como el apio, las cebolletas y los espárragos- pueden conservarse con los tallos en agua para que se mantengan crujientes. Guárdalos en un lugar bien ventilado y alejado de la luz solar directa, para que no se calienten demasiado y se marchiten.

Mantener frutas y verduras frescas puede ser un desafío, especialmente cuando se trata de prolongar su vida útil y conservar sus nutrientes. A menudo, nos encontramos tirando productos que se han echado a perder antes de tener la oportunidad de disfrutarlos. Afortunadamente, la ciencia nos ofrece estrategias basadas en investigaciones que pueden ayudarnos a maximizar la frescura de nuestros alimentos.

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