La nutritiva receta de salmorejo con remolacha para tener en tu nevera y combatir el calor

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Con la llegada del calor, los españoles añaden a sus comidas diarias un buen plato de salmorejo, coronado con huevo duro picado y jamón troceado. Se trata de una receta refrescante, perfecta para un primer plato o para una cena completa. Lo habitual es no salirse de la receta tradicional, pero existen variaciones del salmorejo que ofrecen un toque de sabor diferente, perfecto para ir variando durante todo el verano.

Sin intención de faltarle el respeto a la verdadera fórmula del salmorejo, esta receta, compartida en el canal de YouTube de (@lasrecetasdemj), introduce un ingrediente poco usado en nuestras cocinas: la remolacha. Es una alternativa perfecta para las personas sensibles a la acidez del tomate, pues el salmorejo no le sienta bien a todo el mundo, y el azúcar de la remolacha puede contrarrestar la acidez del tomate de pera.

La Fundación Española de la Nutrición clasifica la remolacha como un alimento de alto valor nutricional, rico en proteínas vegetales, fibra, potasio y folatos. Su alto contenido en agua nos mantendrá hidratados durante el día. Además, es una hortaliza baja en calorías, por lo que encaja bien en muchas dietas para perder peso.

Salmorejo de remolacha paso a paso

Para preparar este salmorejo con remolacha para cuatro personas, y para que sobre y guardemos bien fresquito en la nevera, necesitaremos 800 gramos de tomate de pera, 200 gramos de remolacha cocida, 200 gramos de pan del día anterior, 100 gramos de aceite de oliva virgen extra, un diente de ajo y un poco de sal. La receta mantiene los ingredientes originales del salmorejo cordobés, y le añade la remolacha cocida, que aporta sabor, color y textura.

El primer paso es añadir a una batidora o procesador de alimentos todos los tomates cortados, la remolacha cocida, el diente de ajo y la sal. Batiremos bien hasta que se junten todos los ingredientes, y el siguiente paso será añadir el pan. Volveremos a batir hasta que el pan se haya integrado con el resto de ingredientes, y el último paso es añadir el aceite de oliva poco a poco, conforme batimos el salmorejo, para que emulsione y aporte esa textura suave tan característica de este plato español.

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El resultado es un salmorejo suave, con un toque de sabor más dulce que el tradicional, y muy nutritivo. Es habitual coronar el salmorejo con huevo duro picado, jamón en taquitos y un chorro de aceite de oliva virgen extra, pero también pueden servir de toppings unas anchoas, pistachos troceados, queso ricota y cebollino fresco.